1ªPARTE: VIVENCIAS DE UN VIAJE EN SOLEDAD, O NO?

Uno de esos propósitos de este año era realizar un viaje sola. Había realizado algunos por cuestiones de trabajo, pero no era de ese tipo. Era un viaje a un lugar sin determinar, que no lo conociera y que tampoco hubiera nadie conocido para no llenar el tiempo con ellos.


Había muchas opciones, unas cercanas , otras más alocadas e incluso algunas totalmente inalcanzables. Se dice que se disfruta un 75% el organizar el viaje que el propio viaje en si.
Como en algunas ocasiones, prima la economía, así que decidí que como tenía un congreso de fotografía móvil en Torrevieja, pues me iría unos días antes y así disfutaría de mi soledad.

Torrevieja es una ciudad conocida en el resto de España por ser el lugar de los apartamentos que regalaban el programa televisivo 1, 2, 3; veinte años después ese es el referente de Torrevieja, aunque sea una ciudad que ha evolucionado y se ha adaptado a sus nuevos inquilinos como son los rusos.
Pero no adelantemos acontecimientos.

Los últimos días antes de mi partida, fueron muy estresantes, mucho trabajo, cierre de proyectos, apertura de nuevos, cuadrar, conciliar, seguimiento, etc... y luego un cúmulo de varios impedimentos presagiaban una aventura en mi viaje.

A dos horas de mi partida, tengo que comprar una maleta nueva. Mi amiga me lleva al aeropuerto y cuando vamos a sacar la tarjeta de embarque, no llevo el certificado de residencia!!! Yo, doña organizalo todo, se olvida del certificado, algo inaudito en mi. Lo solucionamos yendo a la ventanilla del operador del vuelo y confirmando residencia vía internet, tanto a la ida como a la vuelta. 
Primer percance: solucionado.
Siempre suelo llevar tacones porque una va más mona, pero como llevaba maleta, bolso, ipad y demás, me dije lleva unas bailarinas bajita y así no tendrás problemas en los controles. Pues bien, la hebilla de mis zapatos pitaron y me hicieron pasar dos veces por el control. 
Segundo percance: solucionado.
En mi escala en Madrid, se me frustra un plan de cena y copas cambiándose por una noche de espera en el aeropuerto. Momento de desconcierto, un poco de repelús y hasta un "fisco" de miedo.
Encuentro una cafetería abierta, cuidada, y muy iluminada. Curiosa vida de aeropuerto, que en la noche oscura la llena de hombres, siendo pocas mujeres en mismo entorno.

Tercer percance: solucionado.
En una ubicación privilegiada, rodeada de mi botella de agua, mi café con leche cargadito, un donut de chocolate y un enchufe era perfecta para sobrellevar una noche que se avecinaba larga.

Ahí es cuando entran en acción, mis tres mosqueteros guardianes, un trío de ases perdidos en el aeropuerto.... pero esa es otra historia.... 

Reto:8/365

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